jueves, 6 de septiembre de 2007

Las series para los jovencitos


El otro dia me puse a hacer series. Desde que hice mi primer y único maratón allá por el 2002, no las había vuelto a hacer. No sé cómo me dio ese punto. Será al ver que siempre hago el mismo ritmo en todos los entrenos y competiciones, que recordé que la velocidad se gana con las series.

Hice 6x1000. No pude más. Qué ganas de sufrir. Mira que se pasa mal. Terminas una, miras el reloj para ver el tiempo que has hecho, y miras más ansioso el crono para ver cuánto tiempo te queda de recuperación antes de empezar la siguiente serie. Y eso que me tomé 4 minutos de descanso, e incluso empezaba, pensaba yo, hasta descansado. Da igual. No llevaba 300 metros y ya pensaba que sólo me quedarían 200; pues no. Luego acabé el dia sin fuerzas ni energía. Como si me la hubieran quitado toda.

Pero si yo ya no tengo edad para estas cosas. Para qué. ¿Para ganar 5 segundos por kilómetro en las futuras carreras? ¡Si seguiré siendo un paquete de la mitad de las clasificaciones para abajo!. Las series para quien quiera hacer buenos tiempos, y le merezca el sufrimiento. Para los jovencitos, repletos de energía, con grandes recuperaciones. Si yo con aguantar una hora y media sin sufrir me conformo.

A mi edad, y después de todos mis años corriendo, haciendo series...¡qué vergüenza!. Las series para los jovencitos.

2 comentarios:

Spanjaard dijo...

Cuán cierto, Borde. La serie es una cosa que uno vislumbra en momentos de debilidad cuando se ve arrastrar en rodajes otrora cómodos, o cuando se le nubla el sentido en vistas de una carrera o qué se yo, por variedad.

Siempre he preferido el fartlek. Incluir saltar chaparros, matojos, recorrer 200m por un arroyo seco, arenero, escaleras de parque, etc.

Pero el 3x2000 o el 8x1000... uf. Aún recuerdo mi última sesión de 10x1000.

Anónimo dijo...

Aún a riesgo de recibir palos... a mí me "gusta". 10x400 a 190 pulsaciones... 4x2000 empezando a 175 y acabando al límite de lo que mis aurículas pueden dar... y si recuperas bien, sabes que no hay quien te pare en el próximo diez mil.
Pero claro, soy de distancias cortas. Diez miles.
Saludos.